domingo, 24 de abril de 2011

Riendas.

Lo menos frecuente en este mundo es vivir. La mayoría de la gente existe, eso es todo. (Oscar Wilde)
Es difícil mirar hacia dentro y la dificultad no se encuentra necesariamente en la tarea sino en el temor de lo que podamos encontrar. Es en este mar inacabable que es nuestro subconsciente donde nos encontramos, encontramos nuestra esencia, quizás afectada por las innumerables experiencias durante cada uno de nuestros segundos de vida, pero allí esta, esa sustancia, ese cimiento sobre el cual gira nuestra existencia.
Recuerdo aquel cuento que aprendí en un retiro religioso, aquel en el cuál una señora era aturdida por quizás las más difícil de las preguntas ¿Quién eres? "Soy dueña de", "Soy hija de", "Esposa de", "Madre de", "Trabajo en"; y así. Pero eso no era lo que le habían preguntado. Y es que la respuesta a una pregunta tan compleja no se logra por arte de magia, es un camino que se recorre, en el cual buscas aquella esencia, no es un camino sencillo. ¿Qué es la esencia entonces? "Es lo que queda", siempre me digo. Aquello que ha sido parte de ti desde siempre y que ha ido cambiando contigo y acompañándote siempre. Olvidándonos de aquello de lo único que recordaba la señora de la historia: Mis posesiones, mis parentescos, mi trabajo, mis roles. Y quedarás sólo tú, ese ser que interactúa con todo lo que se ha dejado atrás, queda esa esencia, "el alma", "Tú mismo", el quién eres.
¿Por qué todo esto? Creo firmemente que un requisito para vivir plenamente es darte cuenta de tu existencia. Creo firmemente que para darte cuenta de tu existencia es necesario conocerse y reconocerse, y esto que va más allá de saber mis características físicas. Creo que es necesario primero deslindarse de todo para luego poder integrarse a todo. Creo que es importante saber quiénes somos para no perdernos en ese inmenso mar colectivo.
Al llegar a este punto es momento de vivir, de tomar las riendas de nuestra vida, de tomar aquellas decisiones que nos amedrentan, de caminar y caminar hacia el futuro, de saber que los años que te quedan por vivir dependen de ti y claro serán influenciados por todos los ámbitos y roles de tu vida, pero al final, te tendrás a ti.
El primer paso en la formación de la personalidad es cuando nosotros aprendemos a diferenciar el "yo" del "tú", eso nos da un referente, ya que aunque somos una especie social y necesitamos del otro; el comando de nuestras vidas, los que sujetamos las riendas, los que tomamos las decisiones, decidimos nuestras actitudes, somos nosotros mismos. Ese es el ideal. ¿quieres intentarlo?

"Todo puede serle arrebatado a un hombre, menos la última de las libertades humanas: el elegir su actitud en una serie dada de circunstancias, de elegir su propio camino. " (Viktor Frankl)
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Hasta la próxima

martes, 5 de abril de 2011

Reflexión...

Soy un ferviente defensor de las libertades personales. La de pensar, de decidir, de vivir, la de ser, etc. ¿Todas las personas estamos listas para ello? ¿Todas las personas podemos llegar a ser plenamente conscientes de aquella libertad? Y si lo somos ¿Asumimos la responsabilidad de la misma, en un mundo de muchas libertades personales las cuales debemos respetar y con las que tendremos que convivir?

Como decía Sartre la existencia humana está basada en la consciencia, la consciencia de quién soy, nuestra definición, nuestra esencia es la que construiremos nosotros mismos con nuestros actos. Y llegando a este punto me siento deslumbrado y dueño de mí mismo, pero también me doy cuenta de algo -junto con la consciencia - con lo cuál la libertad no podría desarrollarse a plenitud: La responsabilidad.