viernes, 18 de junio de 2010

La locura... lo cura

¿Qué pasa con la humanidad?

La humanidad está loca.

Es difícil encontrar en el mundo a una persona que camine en armonía y tenga los tres requisitos para ser llamada saludable mentalmente o exenta de toda perturbación, en un tiempo prolongado. La salud mental comprende 3 factores fundamentales que deben estar en completa armonía: La persona debe sentirse bien consigo misma, con su medio circundante y poder hacerle frente a los problemas que se le presentan. Una definición simple, pero un objetivo un tanto difícil de lograr.

Esta definición fue acuñada por la OMS y desde ahora la usaré para dar pie a mi planteamiento de: Salud y enfermedad, locura y cordura.

La vida de los seres humanos es una constante búsqueda de equilibrio, un balance que lo lleve a sentir su existencia satisfactoria, es una búsqueda de estímulos agradables y alejamiento de estímulos desagradables.

Pero, en esta vida, curiosa, rica, perversa o muchos otros calificativos que se le puede atribuir, no todas son como uno las espera, no todo es color de rosa y es allí cuando el equilibrio se rompe.

Puede que no me sienta bien conmigo mismo. Quizás mi medio circundante no es el del todo tolerante o yo nos soy lo suficientemente tolerante con él, por lo cual el segundo requisito (sentirse bien con el medio) no se ha logrado; tal vez, no puedo resolver de manera satisfactoria las vicisitudes que se me presentan en mi vida; por lo cual no he cumplido los requisitos - un tanto utópicos a mi parecer - para llamarme una persona con una adecuada salud mental.

Y haciendo analogías forzadas - que no distan del pensamiento de las personas que llegan a consulta - llego a esta conclusión. No adecuada salud mental es igual a no total salud mental, que es igual a no salud mental, que se parece a enfermedad mental que se asemeja a locura. Quizás por eso el pensamiento que ante la dificultad de lograr el equilibrio que me demanda la vida me diagnostico automáticamente con locura. Quizás, también, por eso todos creen que los que deben visitar al Psicólogo están locos. Y siguiendo esa necia analogía y cadena de ideas podría concluir, como muchos han concluido: TODOS ESTAMOS LOCOS.

Cuando me refiero a locura, no es al termino acuñado por la comunidad científica que se refiere a la pérdida contacto con la realidad y trastornos profundos en el contacto social del individuo (Alucinaciones, ideas delirantes, aislamiento y un sinfín de síntomas descritos es los manuales diagnósticos para enfermedades tales como la esquizofrenia o las demencias); sino, más bien, a este termino coloquial que todos empleamos para referirnos a nuestra incapacidad para tener un equilibrio en nuestras vidas y esa pérdida de la capacidad de acercarnos a los estímulos que nos brindarán la paz.

¿Cómo llego al equilibrio entonces?

Desglosando cada uno de los requisitos que nos plantean el concepto de salud mental:

Estar bien conmigo mismo: Eso significa conocerme a cabalidad. Conocer mi "locura". saber que es lo que me gusta y me preocupa de mí. ¿Que he hecho al respecto?. Uno de los más grandes de las personas es que no se conocen y tratan de cambiar. Yo no puedo cambiar lo que no conozco, porque no sabre qué debo cambiar. Debemos aceptarnos, aceptar nuestras carencias, pues estas son las que generan conflictos, lo bueno de mí no me preocupa, me preocupa lo malo y en base a lo que me preocupa de mí debo trabajar.

Estar bien conmigo mismo significa aceptarme, aceptar que estoy loco, reírme de mi y aceptarme. Estar bien conmigo mismo es dejar de negarme a mí mismo, pues generalmente es eso lo que me provoca estrés. muchas veces el negar mi locura es lo que me hace ver y sentir como loco y, les aseguro, que es lo que no me permite mejorar esas partes que debo mejorar.

Estar bien conmigo mismo es no negar mi locura y mejorar los aspectos que debo mejorar. ¿Cuáles con los aspectos que debo mejorar? Todo lo que me hace daño.

Estar bien conmigo mismo significa: No hacerme daño con mi locura y no hacerme daño negando mi locura.

Estar bien con los demás: Todos estamos locos. Y debemos aceptarlo. El mundo es un mundo de locos y quienes son felices son aquellos que lo han aceptado y han aprendido a convivir consigo mismos y con el mundo. Si yo me acepto podré aceptar a los demás. Mis puntos débiles pueden ser los puntos fuertes de otras personas. El estar bien con los demás significa el unir estos puntos débiles y fuertes para mejorar.

Si yo no me acepto no aceptaré al otro, si yo no acepto mi locura no aceptaré la locura del otro. Si yo no sé que es lo que quiero de mí, no sé que es lo que querré del otro.

Estar bien con los demás significa compartir el mismo espacio en armonía y el secreto de esta armonía es la aceptación. Somo seres individuales y sociales. Con debilidades aceptadas como entes individuales que pueden ser potenciadas como entes sociales. El estar bien con los demás quiere decir que puedo compartir con todo el mundo lo que siento y pienso y que los demás quieran escucharme. Pero eso se logra aprendiendo a escucharnos a nosotros mismos, recordando que formamos parte de "los demás" de los demás. Si parte de nuestra locura es el no escuchar, podemos aprender a escuchar o utilizar el no poder dejar de hablar para fomentar la escucha. La locura no necesariamente es una debilidad, es cuestión de percepción.

Hacerle frente a las dificultades de la vida: Tengo que sentirme bien conmigo mismo, tengo que sentirme bien con mi medio para poder hacer frente a las dificultades. Los problemas son frecuentes, son comunes, son cotidianos y si no sabemos enfrentarlos nuestra vida será problemática. A veces nuestra locura radica aquí. Nuestros problemas nos vuelven literalmente locos (siguiendo la misma analogía) y esta locura nos crea conflictos mayores. Si mi locura es no poder hacerle frente a los problemas que me vuelven loco es que quizás no este actuando como debería actuar y no esté usando todos mis recursos. Hacerle frente a las dificultades de la vida es algo que se aprende con la experiencia y sólo un loco se arroja a los problemas. Pero este loco osado al final de cuentas se convierte en un loco feliz.

La mayoría de las personas en el mundo comprendemos el grupo de los neuróticos y nos caracterizamos por el hecho de que para nosotros la vida es un problema porque no podemos verla de otra manera. En cambio los psicóticos (los locos locos) ni siquiera pueden vivir una vida normal pero consigo mismos son felices.

El neurótico sabe que 2 + 2 es igual a 4, y sufre por ello. El psicótico, sin embargo, cree que 2 + 2 es cinco y vive feliz con ello.

La locura lo cura, te cura. Todos estamos de una u otra manera locos. Es más fácil para nosotros describirnos como locos y no hacer algo al respecto. Es más fácil llorar porque tenemos un problema. Es más fácil quedarnos en nuestro lugar seguro y no hacerle frente a nuestras situaciones adversas. Es más fácil ser un desconocido perfecto que descubrirnos imperfecto y amarnos. Es más sencillo llamar loco al vecino y que el vecino me llame así a mí, que reconocernos por nuestra cuenta. Es más fácil hacer que no existe las dificultades conmigo, con los demás, ni con el ambiente.

Lo malo del ser humano no es que se sienta mal, es que no hace nada al respecto.

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Amén.

Algo más: El título del post fue sacado del libro "La locura lo cura" de Guillermo Borja. Un manifiesto Psicoterapéutico loable.