miércoles, 20 de octubre de 2010

Formando nuestros mapas del mundo.

Nosotros no vemos el mundo tal y como es; sino, más bien, solamente un mapa de él. Estos "mapas mentales" se forman usando la información la cual adquirimos de manera directa o indirecta. Por ejemplo: Puedo formarme un mapa mental luego de probar el jugo del limón y reconocer que éste es ácido (Directa) o tener un mapa mental de algo tan lejano como el planeta Saturno (indirecta. Formado de la información obtenida por otros)

Es allí la importancia de los medios quienes nos proporcionan la información y su responsabilidad para con con las personas quienes reciben sus productos. Hablar de información imparcial es un tanto difícil, la imparcialidad y objetividad es algo que no se encuentra, pues las opiniones y puntos de vista humanos están mediados directa o indirectamente por ciertos factores (cultura, estilos de crianza, temperamento y carácter, procesos volitivos, y las emociones) inherentes a la persona.

Una palabra clave es la responsabilidad. Responsabilidad de la prensa (como poder informativo), de los informantes (periodistas, etc.) y de nosotros mismos, como personas que tenemos derecho a opinar y de compartir información real, veraz.
La responsabilidad de los informantes, debe ir en busca de informar teniendo "como estandartes fundamentales el beneficio de la colectividad, por encima de los legítimos y naturales intereses de los sectores sociales, económicos, políticos, religiosos o de cualquier otra índole”*,

En estos tiempos en los que la información es escencial para tomar decisiones, para subsistir en un mundo más agresivo, más competitivo, es necesario que la información que manejemos sea un reflejo, más o menos real, o al menos un mapa completo -y no polarizado- de lo que realmente sucede a nuestro alrededor. Que esta información este acorde a esa tendencia natural de la sociedad a aquellos hechos de interés para el crecimiento social y que no se convierta en una tendencia ficticia creada para dirigir los pensamientos y la visión de la gente hacia un punto en particular, manipulando nuestros mapas mentales.
Es que un principio del aprendizaje es la repetición y si esta repetición se da por todos los medios, entonces se puede llegar a asumir que lo que manifiestan todos es la verdad. Nadie tiene la verdad, nadie tiene el mapa correcto del mundo, todos vemos el mundo a nuestra manera, pero nuestros mapas del mundo pueden ser influenciados si la información que llega a nosotros es manipulada o, para no sonar tan conspirativo, es parcializada.

Como dijo Guillermo Guiaccosa, "En este mundo en el cual se buscan respuestas, lo importante es escuchar todas las voces. Cuando hay voces disonantes, todas estas deben ser escuchadas para enriquecer, para enriquecernos. Porque si todos pensamos igual caemos en el totalitarismo. Aquellos que dicen cosas distintas ayudan a crecer."**

Nosotros no vemos el mundo, vemos un mapa de él. Estos mapas son influenciados por una serie de factores: Innatos o adquiridos (en nuestras interacciones). Debemos ser responsables con nosotros mismos y corroborar que si la información que llega a nosotros es toda aquella que puede llegar, busquemos esas voces disonantes, escuchemos todas la versiones y evaluemos la información. Quizás caeremos en la sorpresa que el mundo no es como lo pintan los medios, a veces la realidad es mucho peor, y también muchísimo mejor.
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hasta la próxima.

* Extracto de la "Carta abierta de Gonzalo Marroquín en relación con la libertad de prensa"
** Del video "Tolerancia" de Guillermo Giaccosa en Perunet.tv , de su programa el teatro del mundo.
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Algo más: Me gustó escribir sobre esto, tengo algunos otras ideas que ya las contaré más adelante.

miércoles, 22 de septiembre de 2010

Comprender o no comprender...

"No sé lo que me pasa. No lo sé. No sé porqué actúo así. No lo sé. No lo entiendo y nadie me entiende. No sé porqué."
Llamémosle: Confusión.

No es necesario que los demás entiendan tu forma de comportarte, tampoco es necesario que tú la entiendas así, de manera mágica. El entendimiento no se fuerza, se obtiene después de la descripción. Describe lo que sientes, di "yo siento..." y luego pregúntate "¿Por qué siento esto...?".
Describe cada cosa que pasa, que piensas, que sientes. Hazlas simples, más y más simples. Desglósalas.Las situaciones en la vida no son complicada, solo no están bien definidas
A veces no es necesario entender sólo conocer. No importa que los demás no entienda. Conócete, aprende de ti y esa sensación de desasosiego se irá


Encuentra la sintonía contigo mismo y cuando estés sintonizado contigo... sintonizarás de manera espectacular con los demás.
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Hasta la próxima.

Algo más: Empezaré a escribir aquí con más frecuencia.

martes, 24 de agosto de 2010

Soñar no cuesta nada...

Soy un soñador. Ese quizás es el grupo humano al que pertenezco. Soy un soñador empedernido y novelesco. Es que soñar no cuesta nada, señores, nada. Es gratis.

Sueño con ver a mi pueblo desarrollado, con mucho empleo. Sueño con que no haya altos índices de violencia familiar. Sueño con una cantidad mayor de jóvenes en la biblioteca que en las cantinas. Sueño en que todos aprendamos la cultura del ahorro. Sueño en una juventud de verbo florido y de lectura veloz. Sueño con que la palabra “vaguito” no sea más una cualidad que muchos quisiesen tener. Sueño con muchos universitarios y profesionales. Sueño con muchas personas emprendedoras. Sueño con el final de la envidia, de esos comentarios ponzoñosos. Sueño con que todos respetemos las reglas del juego. Con que la cultura del “más vivo” se convierta en la cultura de “el que hace lo correcto”; ya que el ser “zanahoria” no está mal si haces lo correcto.

Sueño con ver menos basura en las calles. Sueño con menos informalidad, en todo; menos informalidad en nuestras vidas. Sueño con progreso, con una mejor educación, con mejor salud, con más oportunidades. Sueño con que no haya niños que padezcan hambre o frío.

No hay nada que hacer, soy un soñador, un soñador empedernido, un soñador romántico.

Y es que sueño, señora, sueño. Sueño con mejores políticos. Con mejores votantes, con gente que no regale su voto por un pasaje. Sueño con la sinceridad, con que piensen en el bien común antes que en el propio.

Sueño con humanos preocupados por el medio ambiente, con personas que se preocupen en aprender, en vivir, en querer, en soñar, en leer, en divertirse, en amar –de verdad-.

Sueño con personas soñadoras, como yo. Sueño que este pueblo se encuentra unido, por un fin común, el único que debe existir: Crecer, progresar. Sueño con libros abiertos y personas leyendo. Con platos llenos de potajes nutritivos y niños comiendo. Pero sobre todo sueño, en que estas líneas dejen de serlo, no más un sueño, sino una realidad.

Soy un soñador, señores, uno quijotesco, que profesa sus deseos a aquellos que le brinden su atención, aunque sea por un instante.

No esperemos a ese “lunes cualquiera”, no esperemos ayudas externas, empecemos, actuemos, solidaricémonos con nuestros deseos y volvámoslos realidad. Debemos hacer las cosas bien, aunque cuesten, aunque el “camino corto” sea el que quieran seguir. Este es mi sueño, nada más, simplemente que todos hagamos las cosas bien, que todos confiemos en nosotros mismos, en que sepamos que aún nada está perdido.

Soy un soñador, quizás, pero ¿Qué son los sueños? No otra cosa más que metas, caminos que recorrer y este es mi primer paso: comunicarlos, confesarlos públicamente, convirtiendo al quién lo lea en mi confidente.

Si un solo día hiciéramos las cosas bien, nos pusiéramos de acuerdo, que diferente sería el mundo.

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Hasta la próxima.

Algo más: Este escrito fue publicado en la revista Buenos Aires, del distrito de Buenos Aires - Morropón.

lunes, 26 de julio de 2010

¿Qué quiero?



-¿Podría decirme, por favor, qué camino he de seguir desde aquí?.
-Eso depende en buena medida del lugar a donde quieras ir- dijo el gato.
-No me importa mucho a donde... -dijo Alicia.
-Entonces no importa por donde vayas... -respondió el gato

LEWIS CARROL. Alicia en el País de las Maravillas



¿Qué es lo que quiero?
A primera vista, podríamos caer en el error de no analizar esta simple pregunta. Y es que muchas personas -incluído yo-, en distintas oportunidades, nos hemos quejado por que nuestras metas no han sido alcanzadas y empezamos una serie de explicaciones forzadas de tal manera que podamos entender el porqué no obtuvimos los resultados esperados.
Pero, alguna vez nos hemos preguntado: ¿Qué es lo que quiero? ¿Cómo lo quiero? ¿Cómo me daré cuenta? El responder estas preguntas comprende un análisis mas exhaustivo de mis objetivos.

La pequeña conversación anterior, entre Alicia y el gato, nos demuestra la importancia de los objetivos. Debemos tener muy en claro a dónde queremos llegar y así encontraremos los medios para llegar a nuestro destino.
Mientras más específicos y claros sean nuestros objetivos, menos nos desviaremos en el intento de alcanzarlos.
En primer lugar debemos preguntarnos, como ya lo pregunte antes: ¿Qué es lo que quiero? (yo le llamo LQQL -Lo Que Quiero Lograr-) ¿Cuál es mi meta? ¿A dónde quiero llegar?

"Quiero mejorar la relación con mi madre", es la meta de Carolina, de 23 años. Ella se quejaba de que aunque lo había intentado por todos los medios, no había podido mejorar la relación su madre y por más que las dos lo intentaran, las riñas se mantenían y es más, aumentaban.
Y si Carolina se preguntase: ¿Qué es mejorar la relación con mi madre? ¿Cómo me daré cuenta?
Quizás salgan respuestas tales como: "Hablar más", "Decirnos palabras bonitas", "Saludarnos con beso", etc.
¿Qué ha ocurrido aquí? Pues, ha sido más específica. Muchas veces plateamos metas tan generales y ambiguas que aunque nos esforcemos nunca llegaremos a ellas. ¿Por qué? Por el simple hecho de no saber a dónde queremos llegar.
Los objetivos nos marcan la senda a seguir y no nos permiten desviarnos o perdernos en el camino. Con un objetivo bien planteado, tenemos medio problema resuelto (Quizás atrevido que lo diga, pero quiero darle énfasis a lo necesarios que pueden llegar a ser)

Ahora, si me meta es muy general y, por lo tanto, mi objetivo es muy grande, debo desglosarlo en unidades más pequeñas. Así como en el ejemplo anterior: ¿Qué es mejorar la relación? (Problema muy general). Mejorar la relación, puede ser: mejorar la comunicación( que se puede traducir a hablar más), el respeto (no gritarse), la comprensión (no compararse, ni rechazarse el uno al otro). Y si estas respuestas, aún son muy generales nos planteamos preguntas para especificar y que así sean más digeribles.

Este ejercicio no solo se aplica en su vida interpersonal, sino consigo mismo, con sus metas laborales, con aquellas tan pequeñas que quiere lograr se puede trazar objetivos. Nuestra vida esta llena de planes a corto, mediano y largo plazo. Muchas personas -lo repito- nos frustramos al no obtener los resultados esperados, preguntémonos ¿Mis objetivos están bien planteados?

Aquí algunos Tips:

  1. Plantéese en primera persona: Los cambios que puedes lograr son en ti mismo. No puedes tener como objetivo el actuar de otra persona. Tus objetivos deben ser alcanzados por tu actuar.
  2. Que sean positivos: En lugar de decir "No voy a pelear", mejor di algo como "hablaremos con más calma". En concepto es lo mismo pero la forma de plantearlo es completamente diferente.
  3. Sean específicos. Más y más. Mientras más específicos mejor, así nos daremos cuenta que para alcanzarlos no necesitamos grandes acciones, sino, más bien, una suma de pequeñas acciones.
  4. Plantear evidencias. ¿Cómo me daré cuenta? ¿Dónde estaré? ¿Con quién? ¿Qué haré y qué no?
Por ello la importancia de los objetivos y del saber qué quiero. Hacen el camino más llevadero aunque se presenten dificultades. Los objetivos nos permiten no gastar más energía de la necesaria y no preocuparnos más de lo necesario al darnos cuenta que lo que creíamos imposible, miren ustedes, quizás no lo era.
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Hasta la próxima.



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Referencias:
  • O'CONNOR & SYMOUR (2007). Introducción a la PNL.
  • FISH, WEAKLAND & SEGAL (1986). La táctica del cambio.

martes, 13 de julio de 2010

Prólogo


Nosotros, como seres humanos, cumplimos roles en cada momento y según sea la circunstancia. A veces eres hijos, otras amigo, pareja, hermano, etc. También algunas veces eres una persona que desempeña un rol doméstico y otras eres el brillante profesional en el que te has convertido, todos cumplimos roles.

Cuando me preguntan ¿Por qué otro blog? Creo que la respuesta más sensata es: Para cumplir uno de los roles que me tocará desempeñar de aquí en adelante.

Desee abrir este nuevo blog, por una necesidad con esa parte de mí que esta creciendo, que está madurando. Soy un casi Psicólogo que quiere cumplirse a sí mismo la necesidad de combinar aquellas dos cosas que le gustan: La Psicología y el compartir sus pensamientos.

Enhorabuena, dirán algunos. Otros no dirán nada. Que más da. Lo que sí quiero manifestar es que este no será –por ahora- un blog psicológico, no; aún no me siento con la autoridad necesaria para moverme con soltura entre una temática tan basta.

Lo que sí quiero, es escribir desde mi nuevo rol, desde el que estoy asumiendo cada día más, escribir con la madurez que obtengo cada día, escribir sobre lo que sucede en cada uno de los ámbitos en los que estoy inmerso y darle una perspectiva –aunque suene atrevido- NeO(por mí)-psicológica.

Me divertiré escribiendo, indagaré para escribir, intentaré ser concreto y entretenido. No renunciaré a cómo escribo y no renunciaré a lo que soy. Cumpliré un nuevo rol como blogger, eso me gusta,. así como ya lo vengo haciendo hace algún tiempo. Me siento entusiasmado y contento con este nuevo paso.

¿Por qué cuaderno de notas? Pues hay que tomar nota, para analizar la situación. Porque cuando falla la memoria es bueno tener una de papel. Porque eso da la certeza de que no estoy escribiendo leyes ni dogmas, sino puntos de vista.

Bienvenidos a mi nuevo blog, un blog casi de Psicología, creo que la descripción sería un blog más maduro, más centrado, un nuevo rol. Este es mi cuaderno de notas, estos son mis apuntes mentales desde mi mapa del mundo. Bienvenidos, nuevamente. Espero que lo disfruten, tanto como yo lo disfrutaré.

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Noé.

viernes, 18 de junio de 2010

La locura... lo cura

¿Qué pasa con la humanidad?

La humanidad está loca.

Es difícil encontrar en el mundo a una persona que camine en armonía y tenga los tres requisitos para ser llamada saludable mentalmente o exenta de toda perturbación, en un tiempo prolongado. La salud mental comprende 3 factores fundamentales que deben estar en completa armonía: La persona debe sentirse bien consigo misma, con su medio circundante y poder hacerle frente a los problemas que se le presentan. Una definición simple, pero un objetivo un tanto difícil de lograr.

Esta definición fue acuñada por la OMS y desde ahora la usaré para dar pie a mi planteamiento de: Salud y enfermedad, locura y cordura.

La vida de los seres humanos es una constante búsqueda de equilibrio, un balance que lo lleve a sentir su existencia satisfactoria, es una búsqueda de estímulos agradables y alejamiento de estímulos desagradables.

Pero, en esta vida, curiosa, rica, perversa o muchos otros calificativos que se le puede atribuir, no todas son como uno las espera, no todo es color de rosa y es allí cuando el equilibrio se rompe.

Puede que no me sienta bien conmigo mismo. Quizás mi medio circundante no es el del todo tolerante o yo nos soy lo suficientemente tolerante con él, por lo cual el segundo requisito (sentirse bien con el medio) no se ha logrado; tal vez, no puedo resolver de manera satisfactoria las vicisitudes que se me presentan en mi vida; por lo cual no he cumplido los requisitos - un tanto utópicos a mi parecer - para llamarme una persona con una adecuada salud mental.

Y haciendo analogías forzadas - que no distan del pensamiento de las personas que llegan a consulta - llego a esta conclusión. No adecuada salud mental es igual a no total salud mental, que es igual a no salud mental, que se parece a enfermedad mental que se asemeja a locura. Quizás por eso el pensamiento que ante la dificultad de lograr el equilibrio que me demanda la vida me diagnostico automáticamente con locura. Quizás, también, por eso todos creen que los que deben visitar al Psicólogo están locos. Y siguiendo esa necia analogía y cadena de ideas podría concluir, como muchos han concluido: TODOS ESTAMOS LOCOS.

Cuando me refiero a locura, no es al termino acuñado por la comunidad científica que se refiere a la pérdida contacto con la realidad y trastornos profundos en el contacto social del individuo (Alucinaciones, ideas delirantes, aislamiento y un sinfín de síntomas descritos es los manuales diagnósticos para enfermedades tales como la esquizofrenia o las demencias); sino, más bien, a este termino coloquial que todos empleamos para referirnos a nuestra incapacidad para tener un equilibrio en nuestras vidas y esa pérdida de la capacidad de acercarnos a los estímulos que nos brindarán la paz.

¿Cómo llego al equilibrio entonces?

Desglosando cada uno de los requisitos que nos plantean el concepto de salud mental:

Estar bien conmigo mismo: Eso significa conocerme a cabalidad. Conocer mi "locura". saber que es lo que me gusta y me preocupa de mí. ¿Que he hecho al respecto?. Uno de los más grandes de las personas es que no se conocen y tratan de cambiar. Yo no puedo cambiar lo que no conozco, porque no sabre qué debo cambiar. Debemos aceptarnos, aceptar nuestras carencias, pues estas son las que generan conflictos, lo bueno de mí no me preocupa, me preocupa lo malo y en base a lo que me preocupa de mí debo trabajar.

Estar bien conmigo mismo significa aceptarme, aceptar que estoy loco, reírme de mi y aceptarme. Estar bien conmigo mismo es dejar de negarme a mí mismo, pues generalmente es eso lo que me provoca estrés. muchas veces el negar mi locura es lo que me hace ver y sentir como loco y, les aseguro, que es lo que no me permite mejorar esas partes que debo mejorar.

Estar bien conmigo mismo es no negar mi locura y mejorar los aspectos que debo mejorar. ¿Cuáles con los aspectos que debo mejorar? Todo lo que me hace daño.

Estar bien conmigo mismo significa: No hacerme daño con mi locura y no hacerme daño negando mi locura.

Estar bien con los demás: Todos estamos locos. Y debemos aceptarlo. El mundo es un mundo de locos y quienes son felices son aquellos que lo han aceptado y han aprendido a convivir consigo mismos y con el mundo. Si yo me acepto podré aceptar a los demás. Mis puntos débiles pueden ser los puntos fuertes de otras personas. El estar bien con los demás significa el unir estos puntos débiles y fuertes para mejorar.

Si yo no me acepto no aceptaré al otro, si yo no acepto mi locura no aceptaré la locura del otro. Si yo no sé que es lo que quiero de mí, no sé que es lo que querré del otro.

Estar bien con los demás significa compartir el mismo espacio en armonía y el secreto de esta armonía es la aceptación. Somo seres individuales y sociales. Con debilidades aceptadas como entes individuales que pueden ser potenciadas como entes sociales. El estar bien con los demás quiere decir que puedo compartir con todo el mundo lo que siento y pienso y que los demás quieran escucharme. Pero eso se logra aprendiendo a escucharnos a nosotros mismos, recordando que formamos parte de "los demás" de los demás. Si parte de nuestra locura es el no escuchar, podemos aprender a escuchar o utilizar el no poder dejar de hablar para fomentar la escucha. La locura no necesariamente es una debilidad, es cuestión de percepción.

Hacerle frente a las dificultades de la vida: Tengo que sentirme bien conmigo mismo, tengo que sentirme bien con mi medio para poder hacer frente a las dificultades. Los problemas son frecuentes, son comunes, son cotidianos y si no sabemos enfrentarlos nuestra vida será problemática. A veces nuestra locura radica aquí. Nuestros problemas nos vuelven literalmente locos (siguiendo la misma analogía) y esta locura nos crea conflictos mayores. Si mi locura es no poder hacerle frente a los problemas que me vuelven loco es que quizás no este actuando como debería actuar y no esté usando todos mis recursos. Hacerle frente a las dificultades de la vida es algo que se aprende con la experiencia y sólo un loco se arroja a los problemas. Pero este loco osado al final de cuentas se convierte en un loco feliz.

La mayoría de las personas en el mundo comprendemos el grupo de los neuróticos y nos caracterizamos por el hecho de que para nosotros la vida es un problema porque no podemos verla de otra manera. En cambio los psicóticos (los locos locos) ni siquiera pueden vivir una vida normal pero consigo mismos son felices.

El neurótico sabe que 2 + 2 es igual a 4, y sufre por ello. El psicótico, sin embargo, cree que 2 + 2 es cinco y vive feliz con ello.

La locura lo cura, te cura. Todos estamos de una u otra manera locos. Es más fácil para nosotros describirnos como locos y no hacer algo al respecto. Es más fácil llorar porque tenemos un problema. Es más fácil quedarnos en nuestro lugar seguro y no hacerle frente a nuestras situaciones adversas. Es más fácil ser un desconocido perfecto que descubrirnos imperfecto y amarnos. Es más sencillo llamar loco al vecino y que el vecino me llame así a mí, que reconocernos por nuestra cuenta. Es más fácil hacer que no existe las dificultades conmigo, con los demás, ni con el ambiente.

Lo malo del ser humano no es que se sienta mal, es que no hace nada al respecto.

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Amén.

Algo más: El título del post fue sacado del libro "La locura lo cura" de Guillermo Borja. Un manifiesto Psicoterapéutico loable.